lunes, 30 de enero de 2012

Y, si puede, viva...

Moje un dedo del pie,
grítele su mejor insulto
a una nube que vaya
volando del revés,
quítele a todos los
mosquitos su pito de caña,
sonría de oreja a ceja
y deslumbre al Sol,
beba aire recién fundido,
corte con las venas
el brillante silbido
del filo de un cuchillo,
dele una patada
al punto de referencia,
convierta en inercia todo,
venda todo por nada,
folle siempre que pueda
(no tiene que ser conmigo),
sonría como si sus dientes
estuvieran en venta,
destruya los prejuicios
y desconfíe automáticamente
de quien parezca tenerlos,
grite al precipicio,
salte contra el viento,
muera de pura vida,
ría hasta vomitar,
hiele su propio infierno,
haga su testamento
usando sólo la letra O,
pellízquese la incredulidad,
finja estar enfermo
para no ir al trabajo,
elija una vocación
que marcará toda su vida
y mándela al carajo.


P.D: Curro, ahora que lo publico me doy cuenta de que el primer verso te da asco. Menos mal que de todas formas no ibas a leerlo.


"Un mono le da a otro todos sus plátanos para que se los guarde y éste se los come y le dice que mejor le guarda unos plátanos imaginarios".

sábado, 28 de enero de 2012

El tocadiscos era de papá

Porque cuando un artista experimental, vanguardista y atrevido hace algo nuevo no faltan voces que digan "¡Pero si eso lo hace mi sobrino de 7 años!". Y no voy a ser yo el que vaya discutiéndole a cada paisano lo que hace o no hace su sobrino, que a ver si resulta que hay un Velázquez en cada casa como hay un entrenador, un juez y un arquitecto en cada testa atrevida. Tampoco pienso defender a cada presunto (que en portugués es jamón) artista que habrá los que sean tal y habrá los que solamente lo parezcan. Lo único que puedo criticar es que haiga distinta vara de medir para un artista atrevido y para un best-seller. Conozco en persona a gente capaz de hacer 20 páginas con más arte que El código da Vinci y conozco a pocas personas (y pocos sobrinos de 7 años) que no puedan escribir una canción que diga "Tu piel y el calor/ del sol y el ritmo,/ con los amigos y con el amor", sin embargo esos libros se venden y esa música se escucha. Lo que llama la atención es que antes había peliculones con taquillazos mientras que ahora solo triunfan de verdad las que están concebidas para ello (nada más que hay que comparar la taquilla de Mystic River, que no estuvo nada mal, con la de Avatar). ¿Qué ha pasado?, ¿por qué Bisbal en vez de Led Zeppelin?, ¿por qué Justin Bieber? La respuesta que encuentro para este fenómeno y esta degradación monumental en el nivel de los más vendidos no es la de "cualquier tiempo pasado fue mejor", ni la de "antes también había mierda pero es lo bueno lo único que perdura". La respuesta que yo encuentro es que antes el tocadiscos era de papá, era papá el que iba al cine y los libros que entraban por la puerta eran los que papá compraba. Los autores antes se tenían que dirigir a un público adulto y a ellos tenían que convencer de que lo que vendían era de calidad. A ellos porque eran los que se permitían el lujo de acceder de cuando en cuando a la cultura como el que sube la cuesta de una platónica caverna. El avance de los tiempos y el engorde de la clase media ha hecho que el público del cine, de los conciertos y de las librerías se haga más heterogéneo y se rejuvenezca, o quizás en un ejercicio básico de mercadotecnia los propios autores han buscado un nicho de mercado mayor rejuveneciendo a su público. Ahora el mp3 no es de papá, me han dado dinero para que vaya al cine y Papa Noel me va a traer el libro que yo quiera, así que me debato entre El Buscón y Crepúsculo.
Que alguien le devuelva a papá su gramola, por favor.

P.D: Es solamente un pensamiento en voz alta, no más.

"Y su ideología es el inmovilismo cobarde de quien puede asomar la cabeza a la superficie porque está subido encima de una pila de cadáveres".

viernes, 27 de enero de 2012

El viejo murió esa noche

Yacía sobre la cama, postrado y consumido. Su respiración entrecortada parecía más un quejido o un lamento que el fino lazo que le unía a la vida, esquelético y con la mirada perdida. En la habitación oscura, tres mujeres lo miraban morir a la derecha de la cama, muy arregladas, hablando sin cesar en voz baja entre ellas. El doctor hacía ya rato que se marchó, y un joven, quizá un pariente lejano, lo miraba sentado en una vieja silla de mimbre en la esquina del otro lado, reflexionando. Cuestionándose sobre aquella muerte, aquellas causas, aquel doctor y aquellas viejas, en las que por supuesto él también era objeto de chisme secreto y comentario velado. En la habitación no había ventana. No las hubo nunca. Ni más lámpara que aquella que derramaba una lánguida luz anaranjada sobre la cara huesida, aguileña y calva del enfermo. Lámpara, lo llamamos, y no era mucho más que una vela derretida a punto de extinguirse. Como él. 
Su condena era pequeña, pero era eterna. Eterna en su duración, pequeña en su exposición. Pequeña administrativamente, digamos. Apenas una palabra en apenas un papel de apenas pocos centrímetros. Tan pequeño como una cucharilla de postre. Y la condena era aún pequeña en aquél pequeño espacio, pues no ocupaba más de veintiún milímetros en su exposición.
Las tres viejas a la derecha seguían hablando, seguían murmurando, seguían desaprobando. El jóven a la izquierda aeguía sentado, seguía interrogando, seguía cuestionando. El doctor seguía ausente. El viejo seguía mirando, sobre su nariz, un mundo imaginario con los ojos perdidos y desbocados más allá de la oscuridad de la habitación y de cuantos lo rodeaban. El viejo empezó a agitarse, el doctor regresó y le administró un calmante, sus acompañantes se marcharón.Y se quedó solo en aquél cuarto lúgubre en su vieja cama, con los ojos aún abiertos mirando más allá de las paredes negras.
Volvió a ver a los de antes. Y vio a muchos otros. Y vio más cosas. Vio una Justicia sin venda en los ojos y con la toga remangada por encima de los muslos haciendo arrumacos con señores trajeados y poderosos. Vio procesiones y al pueblo de rodillas entregando su dinero con lágrimas de emoción para vírgenes y mantillas. Vio púlpitos incendiados y las puertas de las iglesias abrirse para dejar salir a la gente a la calle con hachas y antorchas. Vio reyes desnudos, infantes desnudos, pajes desnudos y admiradores desnudos congratulándose de lo hermoso y rico de sus ropas. Vio a mujeres y niños gritar ¡guapa!, ¡guapa! Vio como la Justicia, en pleno frenesí, arrojaba lejos la espada y esta calló atravesando a un pobre. Vio a sus vecinos comer de las migas que caían de la boca de sus alcaldes. Vio a Caín susurrándole al oído. Vio a la Justicia llegar al orgasmo dejando caer la báscula al suelo. Y todo el mundo de aquel universo imaginario que veían sus ojos se detuvo en un instante a mirarlo a él, y a gritarle. ¡Vivan las cadenas!
El viejo murió esa noche.
Murió abandonado. Murió de español. 

miércoles, 25 de enero de 2012

Con la venia de su CALAÑA

“Alarma social”. “Gran alarma social”. Con esas palabras ha presentado hoy el Ministro de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón, el cambio de ciclo que se está empezando a gestar en España, un cambio de ciclo generado por la inquina y el resentimiento. Un movimiento surgido de la venganza popular, de la sinrazón vengativa carente de los elementos objetivos necesarios para construir un ordenamiento jurídico no ya justo, sino lógico. Lógico con el progreso, con la equidad, con los valores que han convertido al mundo en un sitio, dentro de su miseria, mejor de lo que era antes.

Pero, ya sabemos, el dolor y el miedo traspasan fronteras, y la idea de alternación de posiciones es, incluso, algo coherente con las tendencias semirradicales. Vamos, que puedo llegar a entenderlo en una situación límite a pesar de mi condena. No es menos cierto que me duele comprobar como la noción de justicia se ve menoscabada por gente que la utiliza como sinónimo venganza, afortunadamente hasta hoy consideraba que de lo poco bien que se hacía ahí arriba, en ese púlpito de dioses políticos que hacen y deshacen a su antojo, era no tolerar la intervención popular en el poder legislativo, en el poder judicial.

Hoy eso ha muerto.

Hoy el pueblo ya no es sinónimo de libertad (si es que alguna vez lo fue). Es sinónimo de masa enfurecida, de tropezones aderezados con el calor de las antorchas que claman “JUSTICIA, JUSTICIA” intentando derribar las puertas del castillo, donde el asesino espera.

Se ha muerto la relación de causalidad, ha muerto la igualdad tipificada. Si la intención expuesta por el Ministro Gallardón sigue adelante, la objetividad de los requisitos penales ha dejado paso a la subjetividad y a la popularización de la justicia.

Alarma social, es decir, cuando los medios de comunicación quieran. Cuando la vox populi salga de la cueva movida por el morbo y la influencia. Entonces ahí se podrá aplicar la “prisión permanente revisable”. Sí cuando la víctima del homicidio sea una niña con cara de ángel, no cuando la víctima del asesinato sea un vagabundo. Sí cuando el asesino sea un asesino en serie, no cuando el asesino sea un asesino de traficantes.
La alarma social, el concepto que desde hoy se utilizará como algo nuevo que ya existió, y que me acerca poco a poco, idea tras idea, al verdugo, a la plaza y a la horca.

domingo, 22 de enero de 2012

"LA DOCTRINA DEL SHOCK"



'La doctrina del shock', estrenado en febrero de 2009 en el Berlin International Film Festival, rastrea los orígenes de las teorías radicales de Milton Friedman en la Universidad de Chicago y su puesta en práctica, durante los pasados cuarenta años, en países tan dispares como el Chile de Pinochet, la Rusia de Yeltsin, la Gran Bretaña de Thatcher y, más recientemente, en Afganistán e Irak. Con guión de Michael Winterbottom (que también lo dirige) y de Mat Whitecross, y basado en el libro de Naomi Klein, 'La doctrina del shock' pone al descubierto el lado más oscuro de la ideología de Friedman, tan impopular que sólo pudo imponerse mediante la tortura y la represión. El documental denuncia la influencia de Milton Friedman y los Chicago Boys en la economía mundial en las últimas décadas. Desde Chile hasta Gran Bretaña, esas tesis económicas basadas en suprimir al estado y dejar mano libre al mercado, se han impuesto aprovechando grandes crisis como guerras, devastaciones naturales, golpes de Estado o hasta el 11S 


"La doctrina del shock" es un documental que emitieron el fin de semana pasado en La 2, y animado por las buenas críticas que ha recibido y el revuelo que causó en internet, me he decidido a verlo esta tarde. El documental, basado en el libro homónimo de la autora, narra básicamente la historia del neoliberalismo como corriente económica ideológica desarrollada por Milton Friedman, desde el inicio del siglo XX hasta ahora. O mejor dicho, la "contrahistoria del neoliberalismo" (pues ese es su título completo) y de cómo se fraguó, se desarrolló, se experimentó, y se guerreó , y finalmente, de cómo nos han jodido. Es el mejor documental que he visto en mucho tiempo, y por internet dicen que es, junto con Inside Job, una de las claves principales para entender nuestra situación actual. Sinceramente, a mí me ha parecido mejor que Inside Job. Puede que un pelín más sensacionalista (claro que tiene sus defectos, incluso más que Inside Job), pero también bastante más comprensible para neófitos en el tema económico.Y es, por encima de todo, y aún con todo lo reprochable, PERIODISMO.

He pasado una hora y veinte minutos con el culo pegado al sofá, la boca abierta, la bilis en la lengua y el corazón en un puño mientras desfilaban ante mí algunos de los mejores documentos gráficos históricos del siglo XX. Y es que, no olvidemos, al final la historia del neoliberalismo ha sido la historia del siglo XX y su fracaso: Salvador Allende, Pinochet, la dictadura militar Argentina, la caída de la URSS, Boris Yeltsin, la primera guerra del Golfo, la segunda, Afganistan, Irak, Margaret Thatcher, Ronald Reagan, Bush, Obama y otros desfilan en una narración brillante y de una forma evidentemente (y siniestramente) interconectada.

Cada uno de los fotogramas de ese documental daría para un artículo (ya caerán, cuidado con Boris Yeltsin bombardeando el Parlamento Ruso), pero de momento mi petición es clara. Por favor, os lo ruego: VEDLO. Sé que en esta época de exámenes no es fácil encontrar una hora que gastar frente a You Tube, y si es así, hacedlo por partes (hay versiones fragmentadas también), pero HACEDLO. Si lo preferís, aprovechad que esta noche no dan Salvados para poner el ordenador en la mesa de la salita, repanchigaos en el sofa, y poded el documental. Pero por favor, os lo suplico, no os lo perdáis.


jueves, 12 de enero de 2012

Aviso de bomba

Algunas veces, un grupo terrorista hace una llamada de advertencia después de colocar un artefacto explosivo. "Aviso de bomba", lo llaman. En esos casos, lo normal es que la policía desaloje el lugar, el artefacto explote y no haya víctimas mortales. De eso se deduce que el final último de ese atentado, y el de todos los actos terroristas, no es el mero asesinato. Qué va, eso es sólo el medio del medio. El verdadero fin del medio es el miedo. Ellos quieren conseguir sus objetivos finales a traves del terror, inclulcando ese temor en lo más profundo de la mente y el ánimo de la gente. El terrorismo sueña con llegar tan profundamente al corazón de la sociedad, que ese miedo llegue a condicionar sus acciones y sus decisiones. El terrorismo empapa de miedo y cala hasta los huesos con su pesadilla, infiltrándose en el ánimo general como un cáncer penetra y se expande por el tejido de un organismo sano. Quiere que miremos debajo de los coches, que caminemos deprisa por un lugar amenazado, que desconfiemos de todos, que aceleremos el paso cuando volvemos solos de noche a nuestras casas y que giremos la cabeza al doblar las esquinas. Y que cuando ponen una gran bomba en algún lugar concurrido, avisan y esta explota pero no se lleva por delante a nadie, pensemos "ufff... menos mal. No ha pasado nada, pero podría haber pasado". No ha pasado nada, pero podría haber pasado. Podría. Y si no ha sido así, es casi casi porque ellos mismos no han querido. Porque podría haber pasado. No obstante, al final, haya ocurrido o no lo peor, los terroristas son perseguidos, y si los pillan, castigados. Castigados ejemplarmente incluso cuando no han sesgado ninguna vida, porque no se puede hacer terrorismo. No se puede usar el miedo como método de dominación de la gente. Está prohibido.


Algunas veces, un Gobierno hace un esfuerzo y habla claramente a los ciudadanos. Normalmente esto sólo pasa en determinados países. Un pequeño porcentaje de todos los que hay en el mundo, en realidad, cuando su población ha alcanzado ciertos nivéles mínimos de democracia". Pero bueno, esto no es lo que nos ocupa, así que desarrollemos este minoritario caso. Decíamos que, a veces, un gobierno hace un esfuerzo y habla claramente a sus ciudadanos. La cosa está muy mal, dice. Muy pero que muy mal. De verdad, tenéis que ser conscientes de lo jodidos que estamos. Todos. Vosotros y nosotros. Vamos a tener que hacer grandes sacrificios para salir de esta. En serio, la cosa está malísima. Y si no conseguimos salir de esta, nos espera lo peor. Hay que pasarlo un poco mal ahora para salvarnos, porque esto se hunde. Como no lo arreglemos, hacemos crak. Nos vamos a pique. Adios. Arrivederci. Good bye. Vamos a tomarnos unos días para reflexionar profundamente y ya el viernes os decimos qué tenemos que hacer para salvarnos. Pero de verdad, no sabéis lo tremendamente mal que estamos. De hecho, ni siquiera estamos completamente seguros de que tenga solución.


Durante una semana, el pueblo contiene la respiración y espera lo peor. Los diarios y los políticos van soltando ideas, el apocalispis está más cerca que nunca y la gente se va cagando por las esquinas. Y así llegan al susodicho viernes (este día es intercambiable, ojo, sólo es un ejemplo ficticio), con la población ya anóxica perdida, y anuncian lo que han pensado en el cónclave. Todo ello, son "medidas temporales, aunque no definitivas, consecuencia de la terrible y extraordinaria situación que estamos atravesando" (por mucho que esto sea un ejemplo ficticio lleno de variables, es asombrosa la constancia de ese elemento). Entonces el pueblo respira al fin, aliviado, y piensa "ufff... menos mal. Vale, es una putada, pero la cosa es que está muy mal, así que podría haber sido peor".  Nadie lo duda, podría haber sido peor. Es cierto que aquí siempre pagan los mismos y siempre hay gente que nunca paga, pero ey, podría haber sido mucho peor. Fíjate, macho, que con lo mal que estamos aún conservamos la mayoría de la sanidad y la educación pública, la justicia que nos queda es gratuita, y sólo van a esclavizarnos un poquito. Y que con la que está cayendo, que sólo nos esclavicen un poquito es una suerte. Porque, já, al menos pueden hacerlo. Si no trabajáramos, ni podrían. Luego, haciéndo un mínimo y sutil juego malabar con el lenguaje y la lógica... ¡Es una suerte que puedan esclavizarnos! ¡Y encima sólo un poquito! ¡Qué buenos son nuestros amos! ¡Azótennos con látigos de terciopelo! ¡Golpeennos con los guantes puestos! ¡Córranse en nuestas bocas! ¡Disparennos con balas de fogueo!


Y así, asombrosamente, el pueblo acepta cosas que hace un par de años hubieran incendiado el país mientras los que hicieron el aviso de bomba los esperan en vano mientras sus huesos se van pudriendo en la cárcel y los libros de historia del siglo XX  reposan tranquilos en las estanterías de los estudiantes.



lunes, 9 de enero de 2012

Código de actuación de quienes estamos hasta los huevos.

La cosa es que al principio la gente usaba el trueque. Se formaban unos líos bestiales porque el criador de patos le quería cambiar un animal por otro al criador de vacas, el criador de vacas tasaba su vaca en 10 patos, el criador de patos decía que su pato valía 100g de canela y el criador de vacas decía que eso no lo valía ni una mujer. Y cuando una mujer quería cambiar a su marido por un venado lo que hacía era ponerle los cuernos para ver si así conseguía cambiar un animal por otro. Y su marido intentaba cambiarla a ella por una vaca, pero no podía, necesitaba mínimo 10 mujeres (ahí nació la poligamia). Yo prefiero una vaca a una mujer. Una vaca te ara el campo, te da estiércol, te da leche, te da carne y te da abrigo. Una mujer te da sexo. Bueno, algunas mujeres te dan sexo. De hecho algunas te dan sexo mejor que una vaca. De hecho, mejor que algunas vacas.
Como fuera, había que encontrar un valor común para los productos y se pensó en la sal, pero no tuvo mucho futuro porque la sal la podía conseguir cualquiera de una forma tan simple como es vestirse de salinera. Se puso aquello con mas salineras que la feria por lo que había que encontrar un método de hacer más exclusivo el producto de intercambio, así que se impuso que para ser salinera había que estar buena y/o tener enchufe en el Ayuntamiento. De poco sirvió porque la gente se folla ya cualquier cosa y en el mundo hay más enchufes que en una Campus Party. Por ello se empezó a usar oro, que cualquiera se mete en una mina a cogerlo. Así nace el dinero, la usura, la banca y... ¡los mercados!
Los mercados están de moda. Mucha gente los nombra y asume así un estatus y un aire de intelectual libre que le mola muchísimo a las salineras. Señalan al frente con el ceño fruncido y dicen "¡¡Ah, los mercados!!" cuando en muchos casos deberían señalarse a sí mismos con una sonrisa plácido y decir "Jeje, los mercados".
La gracia es que un tío dice de un país que "No vale na" con el mismo criterio que dice un derrotista en una barra que "Tino Tovar este año no tiene pasodobles", hay gente que lo cree y deja de comprar deuda de ese país y todo se lía. Los bancos se asustan, dejan de dar créditos y dicen que no tienen dinero como cuando uno dice que le invites porque no quiere cambiar el billete. El estado hace como que se asusta y dice que cree que la gente no consume porque no tiene trabajo o porque no puede crear una industria porque las empresas no tienen dinero porque el banco no se lo da, así que las tiendas cierran y los proveedores de las tierras dejan de producir y de necesitar a los ganaderos y a las vacas (excepto a las que follan). La solución que se le ocurre al estado es darle dinero que recauda de la gente al banco para que se lo dé a la gente pero sin obligarle explícitamente a hacerlo. El banco se queda el dinero y eso en el mejor de los casos, porque en el peor lo que hace es darle un dinero que era suyo a la gente que no tenía para pagar sus deudas y que ahora tienen que pagar la misma deuda que antes pero con intereses.
¿La culpa es de los bancos? Bueno, el estado es quien le ha dado el dinero. ¿Entonces es culpa del estado? Bueno, es la gente la que los elige una y otra vez, una y otra vez, una vez más si pueden, sin atender a que les están robando con su consentimiento y, lo que es más grave, con su apoyo. La culpa es de la gente que no se molesta en ver la evidencia que tienen justo delante. Los bancos y los políticos son un síntoma del mal que hay en la gente. ¿Cómo solucionar el problema de la gente? Yo propongo unos sencillos pasos:


1.- Se reune una banda de gente indignada con los hijos de puta/dismunuidos mentales que votan a favor de quienes nos roban en la cara con una sonrisa mitad agradecida y mitad estupefacta.


2.- Se dirigen a un bloque de pisos cualquiera y llaman a un piso cualquiera para que les abran. Se sigue el procedimiento:

-Se intenta razonar amablemente con quien conteste al interfono para que abran la puerta. Si no se tiene éxito, se pasa al punto siguiente.
-Se llama a otro piso aleatoriamente y se procede a usar el engaño diciendo algo como "Correo", "Propaganda comercial" o "Soy yo, abre". Si no se tiene éxito, se pasa al punto siguiente.
-Se fuerza la cerradura. Si no se tiene éxito, se pasa al punto siguiente.
-Se rompe el cristal de la puerta y se abre manualmente. Si no se tiene éxito, se pasa al punto siguiente.
-Se tira la puerta abajo con un ariete.


3.- Ya en el pasillo del bloque, se va a la primera puerta con la intención de entrar a dialogar. La forma de entrar es:

-Se intenta razonar amablemente con quien abre la puerta o con quién pregunte quién es para que nos deje entrar a todos. Si no se tiene éxito, se pasa al punto siguiente.
-Se procede a usar el engaño diciendo algo como "Vengo a revisar el gas", "Abra que tengo una hemorragia" o en caso de que haya entreabierto la puerta, se le pega un empujón para dentro. Si no se tiene éxito, se pasa al punto siguiente.
-Se fuerza la cerradura. Si no se tiene éxito, se pasa al punto siguiente.
-Se tira la puerta abajo con un ariete (el mismo de antes).


4.- Una vez dentro de la casa hay que captar la atención de quienes haya en ella. Se sugiera el siguiente método:

-Se intenta razonar amablemente con los habitantes y se les pide que se reunan en una habitación en la que puedan estar cómodos, sentados y receptivos. Si no se tiene éxito, se pasa al punto siguiente.
-Toda la banda se desnuda para llamar así la atención de los simpáticos anfitriones. Si no se tiene éxito, se pasa al punto siguiente.
-Se rompe un televisor, una ventana, un ordenador, el frigorífico o algo de valor que haga ruido y capte la atención. Si no se tiene éxito, se pasa al punto siguiente.
-Se procede a inmovilizar y amordazar a todas las personas que se encuentren en la casa para que escuchen. Si aun así se niegan, se pasa al punto siguiente.
-Se procede a la agresión física hasta que desistan en su cerrazón. Si no se tiene éxito, se repite el presente punto insistentemente e incrementando la intensidad de forma progresiva.


5.- Tenemos la completa atención de los habitantes de la casa. Se procede a concienciar y sumar a la causa:

-Un portavoz de la banda señala con el dedo las evidencias que deberían haber visto por sí mismos, se les palpa el bolsillo vacío y despojado que deberían haber protegido por sí mismos y se les insulta tiernamente. A continuación se les pide por favor que nos acompañen a entrar en casa del vecino. Si no se tiene éxito, se pasa al punto siguiente.
-La banda se da por vencida, pide perdón por las molestias y da los buenos días. Esos majaderos son insalvables y se merecen toda la mierda que les pase.

¿Y a qué altura me dejan estas ideas?, ¿qué soy yo si propongo perder toda civilización y todo decoro por una idea? Soy un loco. Es más que evidente que estoy loco de atar porque juro por la gente que más quiero que esto que he dicho lo haría sin pestañear. Estoy loco. ¿Yo?, como una cabra, loco de verdad. Pero lo preocupante es lo que eres tú. Y no digo tú que me lees o tú que te sientes ofendido, sino todos los "tús" que existen, la sociedad, el mundo. Digo "tú" sabiendo que tú en concreto igual no tienes la culpa. Yo soy un loco, ¿y tú qué coño eres?

¿Quién viene a casa de mi vecino?


P.D: No pongo frase ni foto, de verdad que no tengo el coño para tonterías.