miércoles, 22 de abril de 2009

La llama que lame la mano

Expresarse, por más burdo e íntimo que se haga, no deja de ser una forma más de comunicación. Y esta no existe si no es bidireccional. Una emisión que no encuentra receptor ni es comunicación ni es nada. Un mensaje arrojado al mar en una botella por un náufrago que nunca es recogido está condenado a vivir en el limbo que conjuga la existencia y el olvido. Las palabras que no generan ningún tipo de respuesta, desde el agrado hasta el asco, son estériles y vanas. Un antiguo proverbio dice que si lo que hemos de contar no dice más que el silencio, es mejor no abrir la boca. Que alguien nos escuche o nos lea hace que nuestras tonterías vibren, al menos, más que la nada. Lo que único que justifica el ancestral juego de la creación, por encima del mismo divertimento de erigirla, es que alguien puede contemplarla y disfrutarla. Legarla. Nadie crea para nada, ni siquiera para uno mismo. Todo lo contrario, cualquier mirada de soslayo que recibe una obra es recibida por su autor como el más valioso de los piropos, como la más suave de las caricias. Desde las primeras pinturas rupestres hasta los garabatos de un niño. Hasta el más triste que escribe anhela ser leído, del mismo modo que el científico desea que todo el mundo conozca la verdad que ha descubierto. Todos quieren ser juzgados si han creado, más que ser premiados. Si no, todos romperíamos nuestros papeles como hacemos cuando de verdad queremos que no sean vistos, todos quemaríamos nuestros cuadros. Si no, todos los pescadores devolverían sus presas al mar. El que escribe habla, pero no con ninguno, sino con todos. Cuenta algo, o se cuenta a si mismo a los demás. Unos son capaces de crear belleza sólo con significantes y significados. Otros, deben conformarse con poder relatar, compartir algo interesante. Por eso, cualquier palabra grabada en esta Tierra, desde la primera que se hizo hasta la última que se pierda, tiene dos misiones vitales, si no son destruidas ipso facto, que le dan sentido a su existencia. La primera es decir algo. La segunda, es ser leída. ¿Las palabras las lleva el viento? Que va. Sólo las que no están escritas. Y para escribir sólo hace falta una cosa: tener algo que contar.

Todo ser humano, por el mismo motivo de existir, de estar aquí, necesita dejarse escrito alguna vez en algún sitio. A todo el que albergue algo de fuego de vida en su interior le han quemado alguna vez los dedos. El alma pica. Ese es el espíritu humano, la llama que lame la mano.

11 comentarios:

  1. A los más fieles os sonara el principio, porque es un remake. He reconvertido un párrafo chorra en texto, espero que para bien.

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  2. "Se le llama arte a las creaciones mediante las cuales el ser humano expresa una visión sensible en torno al mundo que lo rodea sea este real o imaginario. El arte usualmente expresa ideas o emociones a través de recursos plásticos, lingüísticos o sonoros."
    Para mi, el mantener un dialogo contigo, es puro Arte Pedro. Traspasa las fronteras de la comuncicación y se transforma en poesía.

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  3. Mola mucho el texto, tío. No recordaba que hubiéramos fichado a Antonio Gala para el blog :D.

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  4. Mala hostia tiene el Ortega... No le hagas caso, Perico, que se nota que el texto es tuyo. Muy grande, tío.

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  5. Al pequeño J.L: Me dices eso porque me miras con buenos ojos. Y porque además, en la mayoría de esos diálogos ibas bebido. En cualquier caso, a naidem le amarga un dulce, me quedo con el piropo.

    A Antonio: Sé que lo dices por la grandeza de mi pluma ;)

    A Rafa: Gracias bella

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  6. Bueno,que decir,tu ya sabes que me encantan tus textos,siempre me invitan a la reflexion,un beso amigo Pedro!

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  7. Muy buen texto Don Pedro !! Poeta urb...

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  8. Pedro una preguntita asi por curiosidad,hay algun modo de que se te avise por correo o algo asi cuando te comentan en el blog?

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  9. ME encanta... siempre digo lo mismo pero... la verdad es que como ejemplo practico.. a todos los que tenemos un blog.. no nos gusta mirar el contador y ver como las visitas suben?

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  10. Ya estoy de nuevo por aquí tíos, buen texto Pedrolo, secundo la satisfacción ante la lectura ajena.

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  11. Pues nada macho, publique usted que estaba tentado de colgar un poema de Kavafis con tal de darle movimiento a esto, ya que Antonio ha optado también por darse de baja...

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