viernes, 16 de enero de 2009

Cohesión entre artistas



A veces un simple lienzo, aquél que pase la criba, puede mostrarnos más que cualquier texto, puede representar más de lo que nuestros ojos alcanzan a ver, quien es capaz de adentrarse en un cuadro haciéndolo suyo y creando una historia externa a su primitiva intención es él que realmente puede proclamar sin pudor que disfruta del arte. Dalí, como ya prestigioso y polivalente artista, no solo consiguió despragmatizar el Angelus de Millet, sino que insistió en afirmar que había algún elemento que faltaba en esta pintura, la Muerte. Ya siendo icono de miles de burgueses franceses, éste supo acertar la verdadera intención de la oración más visualizada.

Millet muestra a dos campesinos orando, la escena siempre pareció más drámatica de lo que debía, nadie entendía porque existía tal expresión de padecimiento. Los expertos aludían a su oscuro estilo, pintor siempre representante del realismo, no parecía lógico que ésta fuera la razón teniendo en cuenta que se acercaba con esta obra poco a poco al impresionismo, sin llegar nunca a él. De hecho, este cuadro fue motivo de inspiración para genios de esta corriente como Van Gogh, Monet o Gaugin.

Sin embargo, aproximadamente medio siglo después de su realización, Salvador Dalí se vio absorbido por la obra de Millet, especialmente por el Angelus. Las largas charlas de su amigo Tusquets sobre la influencia de la pintura surten efecto y Dalí llega a obsesionarse, con éste trasfondo utiliza el cuadro de Millet para la publicación de un tratado surrealista. Dalí expresa a su entorno las vivencias en torno a la obra, y su particular visión, la vísión de un mito trágico, el de la mujer castradora y el padre sufridor que se ven apartados de su hijo, sin que hubiese ninguna referencia ni en el cuadro ni en cualquier documento que dejara el autor. Hablaba de una supuesta subrogación por parte del autor del nudo central que desvelaría la intención de la obra por la cesta de frutas situado en medio de los protagonistas. El pintor de Figueres, como en tantas otras ocasiones, es tomado por loco.

Hace un año las nuevas tecnologías dieron la razón al extravagante artista catalán, un estudio realizado, con la utilización de rayos x, sobre la obra descubrió que en esa cesta plasmada en el centro de la imagen se encontraba en principio un ataud infantil, que posteriormente fue sobrepintado por Millet.

Independientemente de la influencia del Angelus, de su representación, de la persecución que sufrió su autor por ser declarado socialista, resulta fascinante descubrir que entre artistas hay un entendimiento más allá de los que nosotros podemos llegar a apreciar.



PD: Dejo aquí también la particular versión de Dalí de su cuadro favorito:

2 comentarios:

  1. ¿El genio nace o se hace? Es increible la capacidad, el don, que tienen algunos para ver algunas cosas y sus más allás. En este caso parece que Dalí llevase incorporados alguna especie de Rayos X que fueran capaces de desencriptar no el significado de un cuadro, sino lo que el autor del cuadro pretendió plasmar en su significado y no pudo, o no quiso. Es el "que quiso decir antes de querer decir eso".

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  2. Me han encantado este post, sobre todo el punto de vista de la conexión entre artistas...

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